"No hay alegría que te alegre tanto como caer de golpe en la tristeza
ni dolor que te duela tan a fondo como el placer de vivir sin objeto"
Enrique Lihn
En las venas me pasaron los días
desbordando el invierno que caían de mis pestañas
y golpeé el techo y las paredes intentando quitar el muro
para vislumbrar la cola de un nuevo arcoíris
y me fui quedando sin puños
y me fui quedando sin dedos
y la lluvia irrumpió en todas mis conversaciones
gritando desde la garganta
haciendo un forado como cráter que conecta con mis glándulas
y ya no respiro,
me atoro con los pensamientos
las imágenes se ponen en el pasillo cuando camino descalza
y ya no siento frío,
ni siquiera rabia
mis huellas quedaron con sangre en donde rasgué las ventanas
y seguía lloviendo
temporal de palabras; viento y agua
torbellino desde la boca en donde quedé atrapada
donde me quedé enganchada
y ni tu reflejo desde el lago me liberó de morir ahogada
Atravieso las sombras sin verte, sin hallarte
apareces entre las calles de mi noche, con tu mano fría
con tu rostro inerte
te multiplicas en mis solitarios bosquejos
donde también doy vida a la mosca que avanza de frente
y en el fondo, tu hermoso y eclipsado ojo me estremece
Me interno en las ondas que proyecta tu iris profundo
tu cristal de miel y agua
y despierto con tu respiración de madrugada, agitada
hipnotizada en este viaje en que nace mi cansancio a veces tartamudo
donde muero de miedo desde antes
donde ataca el miedo desde mucho antes
- Tengo ganas de llorar- le decía a mi madre
y sin que ella preguntase, sólo iba y me abrazaba
yo lloraba, lloraba tanto que sin notarlo dormida me quedaba
y encontrarme sin sus brazos era pesadilla en la madrugada...
un desesperado recuerdo de los 7 años
tan desesperado como el dolor que ahora guardo por no hallarte
por no ver los dedos que traen tus brazos para cobijar este cuerpo amante
por perder el olor de tus cariños que borraban el Parkinson
de mi ilusión sollozante...