PURGA




Una a una 
la lluvia se me pegó a la cara 
y hasta el agua que bebí 
se me salió por los ojos...

FIN.



Como un nuevo invierno

En las venas me pasaron los días
desbordando el invierno que caían de mis pestañas
y golpeé el techo y las paredes intentando quitar el muro
para vislumbrar la cola de un nuevo arcoíris
y me fui quedando sin puños
y me fui quedando sin dedos
y la lluvia irrumpió en todas mis conversaciones
gritando desde la garganta
haciendo un forado como cráter que conecta con mis glándulas
y ya no respiro,
me atoro con los pensamientos
las imágenes se ponen en el pasillo cuando camino descalza
y ya no siento frío,
ni siquiera rabia
mis huellas quedaron con sangre en donde rasgué las ventanas
y seguía lloviendo
temporal de palabras; viento y agua
torbellino desde la boca en donde quedé atrapada
donde me quedé enganchada
y ni tu reflejo desde el lago me liberó de morir ahogada






1 gramo de Arena entre kilos de ella

Soy un experimento de mi misma, 
visto con lupa soy mi propio objetivo
desde el centro me evaporo para caer en el barro 
creo ir tomando forma en brillantes puntos suspensivos
Los peces me siguen, 
los arranco del agua sin daño alguno, 
festejo su delicado manto y en ellos también me vuelvo sonido
Me uno en uno con ellos y aquellos 
un poco de mi aire levanta celestes cuando además soy brisa 
sacudo mis historias para encariñarlas
de igual manera agradezco que me provoquen sonrisa
Me convierto al fuego en la intemperie y al otro vuelco mis ojos amarillos
fulgor en mis sienes crean llamaradas calientes
cuanto menos, un incendio, 
pero nunca es tibio ni el propósito ni el camino
Ser pesimista no lo tienen permitido
más cuando el despertar nunca ha sido bajo tan ilusionado optimismo
ser pesimista es abrir los ojos para luego dedicarse plenamente 
a construir con alto entusiasmo las escaleras que me lanzaron al precipicio
Soy un largo experimento, ya lo he dicho
de rabia inquieta y compasiva, como elementos en estado primitivo
mi espíritu subyace al etéreo panorama que forma el rojo de este torrente sanguíneo










Parkinson en el alma

Atravieso las sombras sin verte, sin hallarte
apareces entre las calles de mi noche, con tu mano fría
con tu rostro inerte
te multiplicas en mis solitarios bosquejos
donde también doy vida a la mosca que avanza de frente
y en el fondo, tu hermoso y eclipsado ojo me estremece
Me interno en las ondas que proyecta tu iris profundo
tu cristal de miel y agua
y despierto con tu respiración de madrugada, agitada
hipnotizada en este viaje en que nace mi cansancio a veces tartamudo
donde muero de miedo desde antes
donde ataca el miedo desde mucho antes
- Tengo ganas de llorar- le decía a mi madre
y sin que ella preguntase, sólo iba y me abrazaba
yo lloraba, lloraba tanto que sin notarlo dormida me quedaba
y encontrarme sin sus brazos era pesadilla en la madrugada...
un desesperado recuerdo de los 7 años
tan desesperado como el dolor que ahora guardo por no hallarte
por no ver los dedos que traen tus brazos para cobijar este cuerpo amante
por perder el olor de tus cariños que borraban el Parkinson
de mi ilusión sollozante...




Otra para ti, de los días que más te pienso

En el cielo, en el agua, en el aire. No estás físicamente, pero te volviste un suspiro, una risa, un día soleado una cuerda de la guitarra y...

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