Desde mi Galaxia

Paso a paso 
abrazamos los pequeños universos formados,
eres interestelar, 
casi un nómada de mi galaxia,
te sumerges cual submarino
y te embriagas bajo sospechosa alegría,
espacios terrenales te esperan,
mi compañía es nefasta en tu material movimiento,
soy cuerpo en estela,
Mar en estela,
Luces destellantes 
con un dejo de electrizante vuelo,
al sin fin de mi carne 
que soy yo,
sin más 
y sin menos... 

LE FALTABA PURO HABLAR

Al octogenario le gustaba guardar su prótesis
en recipientes con vino blanco y bebida,
el agua no era de su simpatía, 
no la ocupaba ni pa´pegarse una "lambía"
menos pa´ mandarse una sopita diaria
eso era de maracos- decía.
Acostumbraba a dormir con el "Zampoña", 
único amigo, que a pesar de su origen canino
tenia condiciones pa´ ser llevado por los rusos
o terminar en algún circo gringo
El Zampoña cuidaba de su amo y el vaso de vino,
solía realizar con empeño sus actividades diarias 
y con minucioso sigilo;
la primera era conseguir algunos huesos frescos,
la segunda echar cagando a los pacos 
que se querían llevar al viejo cuando ya estaba a medio filo
y por ultimo en las noches debía, 
por debajo de los cartones,
abrazar a su octogenario amigo...
Una noche, la Luna y la escarcha 
los recibió con una bofetada de realidad;
una patrulla nacionalista "corregía" la vida nocturna 
de la lluviosa ciudad,
Zampoña intentó arrojarse para 
morder esas botas Hitlerianas culiás
Sin tener suerte,
la vida de su octogenario, 
en pocos minutos, yacía finiquitáh
ya sin risa, ni olor a vino 
sólo quedaba una camisa oscura toda empapáh
y un amigo can lamiendo los ojos 
para que pudiese despertar

La prótesis del octogenario, don Rubén,

desde ese momento permanece enterráh 
el Zampoña la cuida como "hueso santo" 
esperando que algún día su amo se levante 
lo abrace y la vuelva a buscar... 

Lávate la cara

Y ahora, lo obvio...
reventar el lagrimal
apretar las muelas
y ponerse nuevamente 
los cordones de los bototos bien apretados

El camino será largo

y no queremos interrupciones, 
ni tragedias en el sendero,
menos tropezones a pata,
nada que cause distracción...






Otra para ti, de los días que más te pienso

En el cielo, en el agua, en el aire. No estás físicamente, pero te volviste un suspiro, una risa, un día soleado una cuerda de la guitarra y...

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