Vas caminando
y sientes como se desmoronan
tu pelo, tu cara,
tus dedos, tu cuerpo
Y sientes como te acoplas al suelo
y te arrastras sin dolor,
con la mirada perdida hacia el cielo
con la lengua confundida en el asfalto
y te mimetizas al hedor de los muertos
y sientes que te caes, que te pisan, que desmayas
Y corres en el pensamiento
y lloras con la mirada
y la brisa del viento se vuelve cachetada
a tu peligrosa alma
¿Que si ya estas muerta?, te preguntas
y una bocina de un auto te devuelve
a la vida forzada,
Que no es hoy ni mañana,
pero te destriparás en cualquier
momento,
en cualquier velada,
Caerá tu rostro depositando gusanos
que se comerán a si mismos,
por que ya no quedará más nada,
no quedará ni tu sombra,
que antes aguantaba silenciada y agitada
no te quedará nada
Ya no te reconocerás
por que dejarás de soportar fecas,
hipocresías, lamerajas
y volverás la vista cansada
con rastro de azotes en la espalda
Tus manos y tus labios rojos
esquivando los sexos callejeados,
te tropezarás en tus propias ropas
ya gastadas
Las madres te faltarán,
el padre se avergonzará
y tú,
como bacteria resistente,
amarás con hambre,
dormirás con cansancio,
llorarás tus recuerdos
y te acomodarás para un nuevo escondite perro
el más seguro,
en el que sólo caben
tu hijo y los sueños