"No hay alegría que te alegre tanto como caer de golpe en la tristeza
ni dolor que te duela tan a fondo como el placer de vivir sin objeto"
Enrique Lihn
Hay una puerta que permite las salidas Otra puerta que permite las entradas Existen un millón de pasillos y laberintos que conecta a ambas puertas sin embargo, abriendo una la otra queda inmediatamente cerrada