¿Hacia donde va este esqueleto gris
marchito y hueco en sus vértices?
se agita como flama entre las sombras
donde se eleva y decae según el viento
esqueleto que arranca de las trombas
y las tormentas de arena cuando intenta levantar silueta
volver al centro y evitar verte o voltearme
y callarme todas las veces en el siempre de tu futuro
para no ver agujereados mis huesos cayendo con tanto estruendo
y no divisar oscuro algún lado de mi rostro que no besas
porque ya sé que es lento construir un amor seguro
¿Hacia donde pertenecen entonces mis yemas sin huellas
donde toco lo que no y lo que debo no está al tacto?
arrinconadas las esperanzas se vuelven vacío profundo
en que desaparecen primero las uñas cayendo por si mismas
al entierradero de fósiles humanos que no pudieron lograrlo
dedos con rastros de cuerdas de guitarra
donde voy y vuelvo aplastando con torpeza el instrumento
después de fallecidas las manos y sin palpar todavía
tus labios también oscuros
¿Verdaderamente existe puerto alguno donde reposar los pies
donde el viento restaure huesos y las yemas revivan con el tacto?
lugares donde eliminar sombras debiera ser el próximo destino
un camino encandilado por la fuerza de nuestras palabras
y la canción de cuna sonando de madrugada
o más bien Wagner en el Anillo multiplicando la ópera
y más todavía las esperanzas
y no más la soledad que a veces marchita y es retroactiva
y cuantiósamente menos el miedo que paraliza todo
o la nada que tristemente avanza...
marchito y hueco en sus vértices?
se agita como flama entre las sombras
donde se eleva y decae según el viento
esqueleto que arranca de las trombas
y las tormentas de arena cuando intenta levantar silueta
volver al centro y evitar verte o voltearme
y callarme todas las veces en el siempre de tu futuro
para no ver agujereados mis huesos cayendo con tanto estruendo
y no divisar oscuro algún lado de mi rostro que no besas
porque ya sé que es lento construir un amor seguro
¿Hacia donde pertenecen entonces mis yemas sin huellas
donde toco lo que no y lo que debo no está al tacto?
arrinconadas las esperanzas se vuelven vacío profundo
en que desaparecen primero las uñas cayendo por si mismas
al entierradero de fósiles humanos que no pudieron lograrlo
dedos con rastros de cuerdas de guitarra
donde voy y vuelvo aplastando con torpeza el instrumento
después de fallecidas las manos y sin palpar todavía
tus labios también oscuros
¿Verdaderamente existe puerto alguno donde reposar los pies
donde el viento restaure huesos y las yemas revivan con el tacto?
lugares donde eliminar sombras debiera ser el próximo destino
un camino encandilado por la fuerza de nuestras palabras
y la canción de cuna sonando de madrugada
o más bien Wagner en el Anillo multiplicando la ópera
y más todavía las esperanzas
y no más la soledad que a veces marchita y es retroactiva
y cuantiósamente menos el miedo que paraliza todo
o la nada que tristemente avanza...
