Este es un poema de amor

De pronto,
todo me parece intrascendente,
como si ya no quedara espacio en mí
para nada más.


Me completas, me inundas
y ahora, extrañamente,
camino mis días con sonrisas exageradas
y siento en los poros
el escalofrío constante por respirarte…


Traigo conmigo la intensidad
de todos nuestros amaneceres
y debo dormir con los dedos amarrados
al globo gigante que es tu planeta…


Es que te presiento tan cercano a mi…
aún cuando la distancia es grande,
tenemos de nuestra parte la velocidad de la Luz
y la sensación de que la teoría de los átomos disgregados
que vimos en el documental, se aplica con fuerza en nosotros


Son altas las probabilidades
de haberme vuelto loca finalmente,
pero es que hasta el viento que separa mi cabellera
parece tu mano propinándome caricias…


La humedad de tus ojos es la responsable,
se impregnó en mi y ahora no sé como era todo antes,
ni me interesa revivirlo…


Eres mi escalofrío permanente,
mi constante estremecimiento,
mi viaje de ida al espacio donde nos encontramos
para amarrarnos a ese cinturón de Orión que nos adormece


Una canción eterna que se afina por las noches
y se escribe nuevamente todos los días


Buscaré las manillas de tu cuerpo
para no soltarte y compartiré contigo
la alegría profunda en este mareo de amarte…




Qué hacer con los $49.- que me quedan en el banco...

Si hubo una vez un viernes cualquiera,
febrero 2014 por ejemplo,
y tu jefe ya te había sentenciado
con que deberías trabajar el día sábado
y así continuar con el proceso productivo
en esa fábrica de ingresos y egresos,
y tú, como gata enjaulada
mirabas el reloj que se estancaba en las 22:00 horas de ese mismo viernes,
esperando algo, sin saber realmente qué,
sin cigarrillos, sin alcohol más que la colonia de tu hijo
en la vitrina del baño,
sin poder dar con el control remoto para buscar algo que se pareciese,
en alguna medida, a esa película horrorosa que te gusta tanto,
mientras sólo pensabas en que deberías leer algo pronto
para poder dormir y calmar la ansiedad,
antes que se te ocurriese poner a hervir
unos cuantos fideos blancos sin más que sal…
Entonces, si existió ese viernes,ten presente también,
que hubo una vez un puto domingo de cualquier mes,
febrero 2014 por ejemplo,a las 13:30 hrs. de la tarde
y despertaste con dolor de cabeza,
agitada por ese misterio que es la deshidratación
causada por el exceso de ingesta liquida de la noche anterior,
con el televisor encendido y la ceniza de cigarro extendida sobre tu mesa,
la misma en la que luego pusiste el computador para revisar tu cuenta del banco,
la que te indicaba cada 2 minutos que solo te quedaban $49.-
y que nadie, absolutamente nadie,
tendría la piedad suficiente para depositarte algo
que alcanzase para sobrellevar esa resaca
y que sólo pedía una cerveza más o tal vez
comprar esas pastillas milagrosas que sirven para dormir
cuando el corazón se te sale por la boca
y se te duermen los brazos…
Sólo que ese viernes era diferente,
la gente corría por las calles de la ciudad con globos de corazones
celebrando a un señor llamado Valentín,
y tú todavía sin encontrar el puto control de la tele…



LA COMUNIDAD DE BASTARDOS


Tuvimos glorias que queríamos repetir,
con la sensación de que la ambigüedad
era el epicentro de todos los círculos,
pero nunca buscamos las esquinas para una
inminente salida…


La soledad nos embriagó en todas sus posiciones
con la ilusión de que yacía subalterna
y a la expectativa,
como nos hubiese gustado,
o como nos hubiese funcionado…


Fuimos tantos los que quisimos estar,
que la luz se volvía cada vez más fosforescente
y nosotros, faltos de faros,
nos volvimos adictos al candor y nos atrofiamos
propinándonos nuevas galaxias...


Después de la agonía,
cualquier semáforo se vuelve compañía,
y nos reivindicamos con nosotros mismos
a la espera del último trago,
del último sorbo, del último destiladero…


Sacudimos nuestros espacios
a un ritmo aletargado
y las señas de sordos no fueron efectivas,
aún cuando los pasos se nos hacían cada vez más lentos
nos dormimos creyendo que podíamos hacerlos precisos,
casi perfectos…


Desde eso, ya nada ha sido lo mismo.
Hemos buscado nuevas fortalezas,
haciéndonos la nana con sonidos rupturistas
y tampoco nos funciona nada para equilibrar las noches,
ni menos los días


Las sonrisas ya nos causan vómito,
pero las necesitamos…
mientras en otros lados de la ciudad,
hay quienes duermen sin pastillas sin ese último sorbo,
drogados en su felicidad, esa,
que añoramos, pero no extrañamos…


Mientras las puertas se cierran en las caras,
hemos aprendido a abrir los cerrojos
con el optimismo fantasioso de abrir los párpados
y encontrar lo que buscábamos…


Ni una sola espera
ha tenido el valor de seguirnos,
pero la eutanasia nos ha rondado siempre
más ahora, con más fuerza ahora,
con más ímpetu que antes…


Es la eternidad de este ahora,
con las garras crepusculares que se asoman
y las mil y unas alegrías burlándose de nosotros
en la cocina, a la espera de una decisión…


¿Sostener el vaso o derramarlo en esta alfombra?...




Otra para ti, de los días que más te pienso

En el cielo, en el agua, en el aire. No estás físicamente, pero te volviste un suspiro, una risa, un día soleado una cuerda de la guitarra y...

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