Soy carne...

De pronto,
el viento abofetea mi cara,
y la incertidumbre es más fuerte 
que el esguince que paralizó mi pie.

No basta con brazos fuertes
quiero la barbarie, el desenfado
la contienda y una lengua de metro 
para sabores frutales

Soy vida y carne y carne y carne,
cristales en bajada por el cobertizo,
quizás estas nubes hoy comiencen 
a parir un invierno completo...

Soy colores y carne y carne y carne
tengo la piel lluviosa
después de adornar con 
crema el lugar del crimen,
Truenos allá afuera
Relámpagos en mi cuerpo...

POLVO

El espacio polvoriento 
entre tu alma y mi razón,
la postura perfecta 
entre tu dilema y mi imaginación
que cavernarios nos vemos...

Sólo sacúdeme, tortúrame, 
muérdeme, apriétame
que me queme en tus brazos oscuros
que me vuelva leche en tus piernas 
que de saladas erupciones 
se vuelvan los demonios y
fantasmas que no me dejan sonreír

TE VÍ

En todas las voces nuevas 
puedo reconocer 
el susurro firme 
de tu antigua voz.

Voz sin rostro,
que permanece intermitente 
en los recuerdos de las calles 
baldeadas de este sur.

Con una pilsen en la mano 
y en la otra una guitarra 
jugábamos volao´s 
a hacer rock and roll.

Adolescente, 
caminas allá lejos en mi memoria 
como una foto carnet 
descolorida, mojada y arrugada, 
promiscua, rebelde y equivocada,
pero siempre libre.

Vas dejando 
en los cajones pedregosos 
tu estela de sonrisas 
y ataques de risa 

Y es verdad, te recuerdo, 
porque podría reconocer 
desde el otro mundo tu voz 
inconclusa y susurrante,
reconozco como radar 
tus espasmos casi de epilepsia, 
burlescos y destellantes 

Te reconozco,
porque te conozco
o por que te conocía...

Ahora sólo quiero decir 
que hoy te vi, 
y como nunca antes dudé, 
no creí que fueras tú.

Delgado, triste, sin habla, 
sin luz, sin ganas, 
con manos cansadas, 
la radio apagada, 
la vestimenta blanca 
y la enfermedad evidente 
de una cabeza calva...

Impaciente Espera

Te espero con las uñas mordidas

con la paciencia 

en una fila de banco

te espero como no sabes cuanto

desde el mes de la cosecha

caminé buscando tu huella

y corro en la arena con el alma transparente

y mi voz corre sola

ya sin uñas de tanta espera