Para esos momentos de exitismo 
prematuro y crudo que te ha dado 
por llevar últimamente, 
sólo puedo decir una cosa:

“No alabemos erecciones cuando ni siquiera has provocado orgasmos…” 

Heme aquí...

Heme aquí hoy
sosteniendo de manera incólume tus nostalgias,
con la sonrisa escondida 
y el garabato de niño en la espalda
alegando inocencia por este nuevo presidio
He aquí yo nuevamente, 
recordando y de reojo observando,
con la vergüenza del poeta sin acentos
o la humillación del banquero punk
despreciado por el ojo gris y torturado 
con el olor a gas...
He aquí yo ultimamente,
con las extremidades gastadas,
con el aire de testaferro en el negocio 
en que hipotequé el infierno,
en estado de ceguera por legañas en punto fijo

¿Que me queda en esta vereda?
¿lanzar colores brillantes al rostro?...
¡BASTA!

La tarde en que quismos revivir nuestros muertos


Ir a un encuentro 
post desencuentro, 
con los brazos abiertos
con los labios inflamados,
Sintiéndonos abandonados 
cansados
desechos,
con las extremidades 
como soga al cuello,
gritándole a los muros,
y transpirar la indecencia
embanderando una conciencia
que no nos haga sentir feos,
encoloniando las capuchas
limpiando el olor a muertos
ensangrentando las calles
con las manos mutiladas
escupiéndoles a ellos
y borrar los recuerdos
por instantes...
parpadeando más de mil veces para borrar la imagen...
gritándole a los nuestros que opriman el botón
susurrándole al tiempo nos dé una chance
coqueteándole al infierno, por que el otro 
nos dejó a la buena...
sosteniendo los fusiles
sonriéndole a los niños
despavilando a la gallá
escuchando un disco eterno
apretando las rocas
apretando las muelas 
y el culo,
mirándote a los ojos
con los pelos erizados,
los dedos cansados,
el cerebro atrofiado
y el corazón a punto 
de ser vomitado...





Perder

Y un día por la calle,
sin aviso,
me verás y
lamerás todo cuanto vaya dejando
y en esa huella perderás el aliento
de tanto buscar y no encontrarme... 

InmaCuliadas



Mueves el mundo al paso de tus caderas
Traes el jugo de la manzana mordida
Tiemblan las bestias que mendigan de tu sexo
Enciendes y apagas las tormentas prometidas


Sangran las yagas dolorosas de tus hijos
En tu vientre generoso han batallado soldados a pelo
Quitas la hambruna del mundo con sólo uno de tus pechos
Construyes la primavera cada vez que inicias el vuelo

Virgen que sufre por cada hijo en desconsuelo
Puta que se arrastra al trabajo de lamer zapatos ajenos
En tu sombra descansan brazos que cargan fusiles viajeros
Vigorosos senos conservan la dignidad de tus ancestros

Vives y mueres por día
Cargas en tu vientre la pesadumbre de los olvidados
Sudas y bebes sin victorias ni alegrías
Cosechas del mundo la miseria de pueblos pisoteados

Regálale a estos siglos un nuevo ritmo de caderas
Sacúdete el pelo y acomoda la sonrisa
que no se trata de ir de prisa,
pero si conservar un pie en la tierra y otro
que permanezca bailando en la brisa

Otra para ti, de los días que más te pienso

En el cielo, en el agua, en el aire. No estás físicamente, pero te volviste un suspiro, una risa, un día soleado una cuerda de la guitarra y...

Entradas mas vistas