en el pasillo de la garganta y aún así
aguas turbias recorren estás laderas
en lo que pareciera ser un rostro.
Frío incontenible, impaciente noche
y siempre muero por sorber el oráculo de tu voz.
Aternuro el paisaje de tus ojos...
Aternuro y entreabrazo el paisaje de nuestra historia.
Puente entrecortado entre tu vida y la mía
¿Puedo con eso?...
¿Puedes con esto?...
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