LA COMUNIDAD DE BASTARDOS


Tuvimos glorias que queríamos repetir,
con la sensación de que la ambigüedad
era el epicentro de todos los círculos,
pero nunca buscamos las esquinas para una
inminente salida…


La soledad nos embriagó en todas sus posiciones
con la ilusión de que yacía subalterna
y a la expectativa,
como nos hubiese gustado,
o como nos hubiese funcionado…


Fuimos tantos los que quisimos estar,
que la luz se volvía cada vez más fosforescente
y nosotros, faltos de faros,
nos volvimos adictos al candor y nos atrofiamos
propinándonos nuevas galaxias...


Después de la agonía,
cualquier semáforo se vuelve compañía,
y nos reivindicamos con nosotros mismos
a la espera del último trago,
del último sorbo, del último destiladero…


Sacudimos nuestros espacios
a un ritmo aletargado
y las señas de sordos no fueron efectivas,
aún cuando los pasos se nos hacían cada vez más lentos
nos dormimos creyendo que podíamos hacerlos precisos,
casi perfectos…


Desde eso, ya nada ha sido lo mismo.
Hemos buscado nuevas fortalezas,
haciéndonos la nana con sonidos rupturistas
y tampoco nos funciona nada para equilibrar las noches,
ni menos los días


Las sonrisas ya nos causan vómito,
pero las necesitamos…
mientras en otros lados de la ciudad,
hay quienes duermen sin pastillas sin ese último sorbo,
drogados en su felicidad, esa,
que añoramos, pero no extrañamos…


Mientras las puertas se cierran en las caras,
hemos aprendido a abrir los cerrojos
con el optimismo fantasioso de abrir los párpados
y encontrar lo que buscábamos…


Ni una sola espera
ha tenido el valor de seguirnos,
pero la eutanasia nos ha rondado siempre
más ahora, con más fuerza ahora,
con más ímpetu que antes…


Es la eternidad de este ahora,
con las garras crepusculares que se asoman
y las mil y unas alegrías burlándose de nosotros
en la cocina, a la espera de una decisión…


¿Sostener el vaso o derramarlo en esta alfombra?...




No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Canela

Al vestirnos de horizonte, la alta canela de la primera capa, que llamamos piel, se eriza y enrosca conmigo. La cantata pueblerina se entona...

Entradas mas vistas