Hoy el apetito está en grande,
los latidos son cada vez más frecuentes
y es que necesito del flujo dulce,
como el río efervescente que es tu habitar, en mí...
El ocaso se acerca
y quiero esperarte con el baile húmedo
del verano en mi juventud...
del verano en mi juventud...
Es esa melodía transparente
y el caminar seguro que traes
como separando mares,
o abriendo puertas...
o abriendo puertas...
El vaivén de tu respirar
germina permanente en mi fantasía
y este espacio se vuelve eco, tanto,
que trastorna...
La piel en erupción por tus huellas,
dan paso a un extremo calor
y mis labios encendidos a tu costumbre
complementan mis espasmos
Enmudezco a tu saber
y me congelo por mis muertes nocturnas
en este delito por ti cometido,
donde ni tu instinto puede imaginar
que fallezco en este lecho,
Porque tal vez, los rastros sólo indican suicidio
y entonces, sea este el momento
en que te libere de una cadena perpetua...
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