El Hombre Violín

El día de la nebulosa 
fue la aparición del 
Hombre Violín
que más reflejaba 
silueta de mariposa
por su inocente estampa de chiquilín

El Hombre Violín 
tenia el alma hecha de cuerdas, 
manos cubiertas en ébano
y los dedos como cerdas 
que cepillaban 
todo tipo de extraños objetos 

Un día de esos, 
en sus paseos por el campo,
el Hombre Violín
enfermó de destemplado

Cayó sobre el pasto
como sufriendo desmayo,
mientras un árbol, sobre él apostado,
dejaba caer una gota de lluvia,
pequeña, pero persistente,
inagotable e innecesariamente armoniosa 
como instrumento recién afinado

Gota que, constante,
permitió que nuestro hombrecillo 
entrara en trance,
no sin antes sacudir 
como acomodándose 
a lo que estaba por venir

Y  fue así que sumergido 
en un sueño profundo
el Hombre Violín 
descubrió un mundo absurdo

Visitó enormes palacios 
donde la comida se botaba
mientras la gente en sus chozas 
de hambre lloraba,

Se encontró 
con seres llamados "justos"
pero sólo vio 
miseria hedor 
y permanentes abusos

Recorrió oscuros lugares
donde el dinero 
pactaba la vida del mundo 
mientras otros morían de guerras
en cantidades centenares

Se entristeció cuando 
al suelo miró 
y cuenta dio del dolor 
de animales domesticados
que eran sacrificados 
por el gusto excéntrico de sus amados

La vida en la tierra 
le pareció horripilante
y tomando fuerzas 
para volver de su viaje
sacó de su oído 
un pequeño bastoncillo
teñido en metales brillantes

Tal bastoncillo, de magia 
estaba cubierto,
las manos de ébano 
del Hombre Violín 
lo tomaron para hacerlo por fin, 
un instrumento que 
no dejara nunca de mantenerse despierto

Desde entonces 
el pequeño violinista
decidió tocar por siempre
su pieza musical predilecta

Hoy, por los bosque escondidos

es cotidiano escuchar
el sonido de aquel hombrecillo

La música se hace sentir 

mientras el pequeño
interpreta con gozo, 
un clásico tema de Bersuit:
"...Y VÁYANSE TODOS A LA CONCHA DE SU MADRE...!!!"
se oye decir....

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