Tres veces dentro
encuentro a la persona; hundida y muda
basta con revisar mis propias fotos
en el álbum detenido de mi memoria
y es que me vencí, de arrodillarme me cansé
tal vez ya morí y en el tercer día tampoco resucité
Lloro cuando de rabia me retuerzo
y me quito las uñas y las palabras de la boca
lloro porque en mi legua abundan los pelos
y quisiera gritar aunque parezca volverme loca
llanto en las mejillas ojerosas
quisiera dormirme y despertar en brazos cálidos
hasta que se vuelvan rosa mis labios pálidos
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