La muerte del Ego y el Ello



Se parte el cielo esta noche 
y los rayos continúan cayendo en la cabeza
Una distancia minúscula e incierta 
entre la próxima y esta caída eléctrica 
algo así como cuando dos se piensan; 
una descarga simultánea a la del que también te está pensando
una distancia mínima los separa, 
tal vez unos segundos de diferencia 
y pronto el pensamiento de aquél 
se refleja en cada relámpago
y te das cuenta 
que no hay tal separación
que si fuera por ti morirías de rayo en rayo
intuyes que es mejor entregarse a esos intervalos temporales
razonarlos 
morirte en ellos
apagar tus letras 
quedarte a la espera de que el celaje termine por desintegrarte 
porque es la espera una sabia forma de morir 
es un abandono
un abandono completo de tu integridad
de tu inercia
de la búsqueda desesperada del éxito
de los placeres inmediatos
un abandono de la vanidad
del egocentrismo
es dejar de ser obstáculo
es dejar de nublar la vista y 
permitirte admirar los rayos que siguen golpeando por esta noche
ese golpe que pronto partirá algo más que un árbol
un lapsus más prolongado que breve
una espera a su próximo pensamiento
al próximo relámpago con trueno...
y mientras tanto
la espera y la muerte también te liberan de todo






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