A veces creo que siento...
y es como una aguja entre las uñas.
Me observo frente a un espejo
y creo tener las penas esquivas.
A veces creo que siento
y espero volver a sentir,
antes que se vaya
trato de recogerlo
para no olvidar como era vivirlo
A veces creo que siento
tal como esa noche infame,
tal como no recuerdo otra.
Siento la lluvia,
el olor a muerte corriendo en mis mejillas...
A veces creo que siento
y me gusta.
Hace tanto que soy un hierro,
tanto que bloqueé
hasta las más mínimas emociones humanas
tanto que no recuerdo cuanto...
Que un beso,
que un encuentro,
que una caminata en un puerto...
Y es que a veces creo que siento,
como tanto me gustaría hacerlo
Recorrer veredas sintiendo,
saludar un buenos días sintiendo,
escuchar su voz sintiendo,
A veces creo que siento
y estoy segura de hacerlo...
Que se llene el sin sabor de miel
aunque sea un rato, una tarde,
una madrugada
o un llanto.
Despertar mis domingos sintiendo,
tocar cuerpos y desgarrar almas
con tan solo quererlo,
sin salvarme,
como ya lo advirtiera
Benedetti en su anesteciado paraíso
Abrir mis parpados sin cansancio,
levantar los dedos para explorar con ganas,
salpicar de humedad las sabanas
e iluminar con mis pechos tu cara.
hay veces en que siento y te siento...
Hay suficiente traición y odio, violencia,
ResponderBorrarnecedad en el ser humano corriente
como para abastecer cualquier ejercito o cualquier
jornada.
Y los mejores asesinos son aquellos
que predican en su contra.
Y los que mejor odian son aquellos
que predican amor.
Y los que mejor luchan en la guerra
son -AL FINAL- aquellos que
predican
PAZ.
Aquellos que hablan de Dios
necesitan a Dios.
Aquellos que predican paz
no tienen paz.
Aquellos que predican amor
no tienen amor.
Cuidado con los predicadores
cuidado con los que saben.
Cuidado con aquellos que están siempre
leyendo libros.
Cuidado con aquellos que detestan
la pobreza o están orgullosos de ella.
Cuidado con aquellos de alabanza rápida
pues necesitan que se les alabe a cambio.
Cuidado con aquellos que censuran con rapidez:
tienen miedo de lo que no conocen.
Cuidado con aquellos que buscan constantes
multitudes;
no son nada solos.
Cuidado con
el hombre corriente
con la mujer corriente.
Cuidado con su amor.
Su amor es corriente, busca
lo corriente.
Pero es un genio al odiar
es lo suficientemente genial
al odiar como para matarte, como para matar
a cualquiera.
Al no querer la soledad
al no entender la soledad
intentarán destruir
cualquier cosa
que difiera
de lo suyo.
Al no ser capaces
de crear arte
no entenderán
el arte.
Considerarán su fracaso
como creadores
sólo como un fracaso
del mundo.
Al no ser capaces de amar plenamente
creerán que tu amor es
incompleto
y entonces te
odiarán.
Y su odio será perfecto
como un diamante resplandeciente
como una navaja
como una montaña
como un tigre
como cicuta
Su mejor
ARTE. @sospechosozero
Realmente buen poema.
ResponderBorrarEs un poema muy completo ya que habla sobre muchas situaciones en las que se puede encontrar una persona. Los recuerdos se reviven una y otra vez en nuestra cabeza, hasta que estamos satisfechos, hasta el cansancio a veces. EL amor y el dolor a veces son tan fuertes que merecen un descanso para que podamos seguir en nuestros cabales. Gran poema, gran introspección.
Te Comparto un poema mío:
"Decir que no siento"
Quisiera no sentir o decir que no siento,
ojalá fuera algo así como sin sentido,
sin importancia para el mundo o para mí;
como decir que ya no siento es mentira,
pero es verdad que ya no siento tanto por sentir tanto,
se me gastaron los músculos de los ojos, de la boca,
¡Ahhhh! descansar de tu mirada lejana,
de tu boca de ciruela que día a día
madura bella y húmeda y suave,
la fruta que jamás podre sacar del árbol,
quisiera ya no verla más y no puedo.
Me hablas cantando y yo ya no escucho,
no hablaré, no diré nada,
me morderé la lengua,
pero al final, del dolor, saldrá una palabra
de mi boca y lo estropearé,
como diciendo que me importas,
ojalá pudiera decir que no vales nada, no me atrevo,
después niego todo y me engaño,
me siento destruido,
no tengo refugio, no tengo voz,
no poseo argumento ni un desenlace,
tomo todo eso y lo cuajo en el supuesto olvido,
sigo mi camino y doy vuelta,
para darte una última mirada,
y todo comienza de nuevo,
error, ¡que error!, será que errar es humano.
Me parece muy bueno Jean Paul, me dejo pensando harto rato y creo que muchos hacemos lo mismo, hacer como que todo sigue igual como que nada nos perturba para así andar por las calles con el mismo ritmo sin ningún rastro de traspié o sentir las piernas como lana... me gusta mucho, saludos!
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