PERMITANME

Hoy, voy a permitirme estar triste
dejar que mi cuerpo descienda de quimera en quimera
un vertiginoso viaje por las escaleras que ya tocaban cielo
lubricándome en la humedad que van dejando mis sesos 
rompiéndome los dientes de escalón por escalón
con los ojos esquivando tu certera mirada
de igual modo las costillas abiertas, quizás enamoradas
evidenciando que fueron arma cargada de sueños encendidos
                                                                                escondidos

Veré desde arriba la estación más cercana 
y me angustiaré por no verte tan entero 
y en mi descenso procuraré abotonar el esqueleto
donde te hubiera guardado eterno en mi aeropuerto
llevándote conmigo en el transbordador 
que recorrerá ahora fantasmas encuentros
tal vez destinos ajenos, foráneos
                                       forasteros

Hoy voy a permitirme morir lo que aguante el tiempo
lo que dure el canto fúnebre de un colibrí agonizante
los últimos respiro antes de ser sólo huesos, tiesos
voy a acelerar la caída para confundirme entre sus plumas
recostarme entre sus alas
darle paso a las olas que brotarán desde mi cara
y humedecerán sus ojos emplumados ya sellados...

Permítanme la tristeza antes que fenezca encadenada
permítanme ahogar los años en la NADA
el amor contradictorio
la violencia apaciguada
la prohibición de ser yo misma
la fuerza indolente de las palabras 

Hoy, voy a ponerme eterna la tristeza de estas horas amargas...


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