PULGAS EN MI CAMA CUANDO FUE TAL VEZ MADRUGADA

Destapados los pies en madrugada;
capa por capa
pulga por pulga,
piel a piel, músculos 
tendones
uñas insomnes rascándome los huesos
el claro de luna entrando por la ventana
no el de Beethoven ni Debussy
una ráfaga blanca de esta luna de plata
La niebla intrusa en el baño de los despiertos 
se mezcla con el cigarrillo y la tos
mientras, en alguna parte cortan leña otros insomnes
sin claros de luna aparente
con todos los músculos cubriendo el esqueleto, 
los tendones, las capas y seguro las pulgas
cerveceando con el hacha y la linterna
ahuyentando las fieras roedoras con los golpes 
sacudiendo y cortando la vida en cada azote 
como el martillo en la "Sexta de Mahler"
como en este instante en que mis oídos de todo ello son testigo
y como en este escenario que se vuelve oscuramente intrigante
Restauro mis capas a los huesos 
y me pongo los pies de emergencia insana
acomodo un espacio para al menos fantasear al alba
en tanto descubra una oportunidad 
para reconciliar la niebla a este calurosa cama
comprender que también hay lugares donde no se piensa
donde no se asegura nada
donde no se medita
donde no se compromete nada
donde quizás el trayecto de camino al sueño
puede ser tan conmovedor 
como la última vez que desvariamos saliendo de casa
lo que pudo suceder en la ventana de un bus 
o en cualquier viaje en que no fuiste acompañada
Ya ahora, me sumerjo de hueso a piel 
íntegramente vuelvo de piel a cama...








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