UNO QUE SE FUE...

Nadie supo cuándo terminaste tus días,
a nadie le importó tu suerte.
y diría que una vez cada mes,
quizás por un día completo y a cada rato.
solo que tú tenías libertad para la autodestrucción,
y yo, siempre cobarde, autocomplaciente,
lúcida, como le gusta a la sociedad mantenerte.
hasta años después.
Por casualidad, alguien me habló de ello.
tampoco habría hecho nada diferente,
porque era así:
la muerte te acompañaba desde siempre,
y te fuiste solo, sin nada que decir.
porque tu recuerdo no acabará más que en mi mente,
como cuando fijabas la vista para observar a la gente,
y sonriente filosofábamos las botellas de agua ardiente.
como tu respiración.
Y yo, aquí, continuaré pensando en que nunca intenté detenerte,
y volveré a tu imagen tantas veces como hoy,
que acabo de escuchar tu canción,
mientras tu sonrisa trémula se diluye,
cuando te pienso ahora, tan inerte...
Aún hoy, nadie te recuerda, pero yo sí.
Yo sí te recuerdo, con sonrisa permanente,
Yo sí te recuerdo porque nos parecíamos harto,
Tampoco supe del día en que la corbata apretaste al cuello
Si hubiese sabido en ese momento,
Aún hoy sigues solo por aquí,
Seguirás solo, y tu camino, cortado,

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Inventario de una ausencia

He despertado los últimos años como quien vuelve a una casa demolida, como quien presencia su propio entierro y me encuentro ahí, sin haberm...

Entradas mas vistas